Sueño

Hoy me despertó mamá.
Estaba soñando que Abril jugaba conmigo en la plaza y nos reíamos.
El día estaba súper lindo. El sol era parecido a los que hace la señorita con papel glasé, brillando grande arriba de toda la hoja, arriba nuestro.
Yo pateaba fuerte la pelota, corría contento por toda la cancha marcada con piedras y árboles.
Abril me miraba y me buscaba la pelota cuando se me iba lejos.
Después me mostraba sus muñecas. Eso me aburría mucho. Pero a ella no le importaba. Y a mí tampoco, porque se reía y eso sí me gustaba. Además, está repleta de gestos. ¡Para cada cosa hace unas caras bárbaras..!
Si se enojaba porque iba a buscar otra nena tenía un gesto.
Si corría y se tropezaba, otro gesto.
Si comía y le gustaba, otro.
Si lloraba, otro.
El más lindo era su cara de renegar. Se volvía chinita y me sacaba los dientitos de abajo.
O cuando hacía puchero si venía alguien más y se llevaba sus muñecas.
Abril es re linda. Ella es un sol de papel glasé brillando en mi cielo.
El sueño también era lindo, no sé por qué mamá me despertó.
Ufa.

El parque.

Mami me llevó hoy al parque que está enfrente de casa.
Bueno, enfrente es un mero decir; en realidad vivimos en una cuadra perpendicular al parque.

Me dejó llevar las zapatitos de princesa que me regaló Papá Noel.
Subir las escaleras con eso fue medio molesto, pero me encantan, ¡son muy lindos!
Rocío me los pidió pero no se los quise prestar (tuve miedo de que me los rompiera).
Son rosas y tienen taco. Y me quedan re fashion.

Como mami tenía la tarde libre nos vino a buscar al colegio y nos llevó a mí y a mi hermanita Isabella.
Mi hermanita Isa tiene dos añitos y es muy bonita. Se ríe y yo creo que todo el mundo la mira cuando lo hace.
Mami le dice Bella, pero a mí me suena horrible, porque es como "vela" y no queda bien; asi que le digo Isa, pero mami dice que le recuerda a una novela que miraba cuando era joven y se ríe cuando la llamo así.

Fue un re lindo día.
Había un sol hermoso y no hacía frío ni mucho calor.
Estiramos la lona con mami -abajo de un árbol con muchas ramas- y ella sacó los sanguchitos que había hecho y comimos.
Yo saqué mi muñeca de la mochila para que tomara sol y se pusiera linda.
Mientras estábamos comiendo nos cayó de repente, como un cometa, una pelota de fútbol.

Cayó cerca de mí, así que la tomé y levanté la mirada para saber quién la había perdido.
Entonces vi a dos nenes que estaban jugando un poco más lejos.
Eran como de mi estatura y se reían pero con cara de disculpas.
Dejé el sanguchito al lado de mi muñeca.
Caminé hasta ellos y les di el cometa.

El nene de la derecha tenía ojos claros, el pantalón todo hecho un desastre y la cabeza llena de hojitas. Era divertido mirarlo. Tenía la sonrisa contagiosa en el rostro, hasta pensé que Isa se quedaba corta con la suya.
El otro nene era más alto y me agarró la pelota, después de decirme gracias.

Ese se llamaba Julián.
El otro nunca dijo el nombre, pero me preguntó el mío ("Abril", le dije) y me invitó a jugar.
Entonces yo les convidé sanguchitos de mi mamu.

Y pasamos el resto de la tarde juntos, jugando y comiendo.
¡Ahora tengo amiguitos nuevos!
Fue una tarde hermosa.

Salida.

-¿Venís a casa entonces?- Rulos rulosos preguntan desde su altura.

-Sí, mami me lleva- (¿me escucharás desde esa altura Rulos rulosos?).

-¿Y te quedás a dormir?

Ojos abiertos grande grande, niño se balancea, piensa.

-No sé si mami me deja, tenés que pedirle permiso a ella porque yo soy chiquito.


¿Por qué Rulos rulosos? No voy a estar cerca de casa ni cerca de mami, ni cerca de mi cama que ya sé que es segura porque con papi vimos abajo que no había mounstruos de esos feos y verdes que asustan gente. Y aparte, y aparte no están mis chiches...


-Podés traerte tus muñequitos

-(Rulos rulosos parece saber todo).Pero mami...

-Ahora le preguntamos a mami.


Mami cocinando alborotadamente.
Niño que llega con los ojos grandes en los que se ve una sombra de pavor.

-Mami, ¿verdad que no puedo ir a dormir a la casa de ella, nada más a jugar?

-¿Por qué no podrías ir a la casa de la Tía Sole?

-Porque no mami, porque nunca estuve lejos de casa. (Porque tengo miedo mami ¿y si ella sí tiene mounstruos abajo de la cama?)


Niño y tía salen de la cocina donde madre se queja de la ausencia de pimienta.

-Ves corazón de melón, mami te deja. ¿No querés venir y pasar el día con la Tía y jugar y dibujar?

-(...) Hay...mounstruos abajo de tu cama?

-(Jajaja. ¡Qué amooor!) No vida mía, no hay; pero si querés cuando vengas revisamos bien antes de acostarnos. Aparte yo duermo con vos y te defiendo de cualquier monstruo feo. Y antes de dormir te cuento un cuento bien lindo.

-¿En serio? (Mami me cuenta cuentos lindos).
Ojitos brillan de la emoción

-¿Y podemos comer caramelos?

-Sí, pero no muchos porque sino salen caries feas.

-Y...(La pregunta más importante Rulos rulosos, porque no quiero estar solo) ¿puedo llevar a mi keko?

-(¡Este nene es lo más tierno que existe!) Obvio que sí, corazón-sonrisa que opaca al sol- puede venir con vos.

-Bueno, entonces voy.
Sonrisa.Sonrisa.Sonrisa.

-¿Viste keko?, mañana vamos a dormir en otro mundo.

El león.

Y saco mi espada de madera.
Y me enfrento al león de pelo de sogas y rugido de papel maché.

Me acomodo el cinturón de papá que es muy ancho y se me cae seguido.
Julián se ríe de mí. Pero Abril me mira con los ojos llenos de estrellitas.

Por Abril (por su hermosa sonrisa) vencería más que un león de sogas y rugidos de papel maché.

Pero a veces el león se hace grande y me da miedo.
Y Julián se ríe de mí.

Y no sé que hacer.
Y amainan una lágrimas por dentro (por fuera no, por favor, tengo que ser un hombre).

Pero Abril me mira, con esos ojos sinceros.
Y aunque le tengo miedo al león, sé que lo voy a hacer bien.
Sé que le voy a ganar y que ella me va a sonreír.

Porque, después de todo, su mirada y su pensamiento están ahora posados en mí.
Y ella se merece lo mejor y más también.